Llegó a la fama siendo uno de los ad later del conductor más exitoso de la TV argentina. Recolector de las migajas del éxito ajeno solía denostar el periodismo chimentero. Pero un día la espiral ascendente de rating en su programa "Este es el Show" no solo lo contaminó sino que lo obnubiló hasta el punto de creer que es el nombre propio del éxito, como muchos de los que rodean a Tinelli. Sin embargo, la historia artística de José María Listorti es bastante pobre: entre sus éxitos solo se puede contar el “insoportable” en dupla con el genial Diego Pérez y las cámaras ocultas de Calafate repetidas hasta el hartazgo. Ahora en su nuevo rol demuestra que es un mediocre alumno de la Academia del chisme que tanto aborrecía. Los grandes periodistas del rubro tienen virtudes únicas: se manejan como peces en el agua en terrenos farragosos y utilizan su verba como un misil para averiar la moral de los famosos. José María nunca podrá aprender ese repertorio, entró por la ventana en la Academia del chisme y para él, el porrazo contra el asfalto está asegurado. Es el “mequetrefe” de la TV argentina. En el diccionario de la real academia española mequetrefe: “Hombre entremetido, bullicioso y de poco provecho” y según otra acepción: “Sujeto mediocre y de poco vuelo intelectual”. Sin embargo, hace años todas las fichas de Ideas del Sur están puestas en su crecimiento y suena lógico en el marco de esta TV vulgar y sin brillo.
