Hasta para un reconocido psicólogo debe ser difícil de comprender la personalidad tan contradictoria de Angel Cappa, director técnico de River Plate. Sus permanentes contrastes en la vida que conocemos todos semejan a las que tienen a diario varios personajes de nuestra farándula que se muestran públicamente con dos o tres caras sin ningún tipo de verguenza ni remordimiento. Cappa es como una especie de encantador de serpientes. A lo largo de estos últimos tres años Angelito nos quiso convencer a todos que el fútbol bien jugado tiene que ver solamente con el tiki tiki sumado a la cultura y a los buenos modales, método que a la larga no sirve de nada si no se obtienen buenos resultados o campeonatos. El balonpié no necesita que los jugadores lean libros de Paulo Cohelo o que Eugenia de Cikkoff les enseñe como agarrar los utensillos, si lo hacen bienvenido sea pero no les aporta nada dentro de un campo de juego, ni a ellos ni al equipo ni a los seguidores. El fútbol necesita de goles para sumar victorias (más goles que los que haga el rival) y apuntar al título o bien estar en los 5 primeros puestos, si es con buen juego mejor, pero sino, hay que ganar como sea, claro que dignamente. River necesita puntos y tranquilidad. Por ahora no consigue demasiado. Cappa debería dar el ejemplo como conductor de un grupo de profesionales, tendría que llevar a los hechos lo que le vende a los periodistas y a los hinchas de River durante la previa y post de cada fecha. Angel Cappa es un irrespetuoso con los árbitros y un pésimo ejemplo para sus jugadores, los jóvenes sobre todo, porque a Ortega y a Almeyda por ejemplo ya ni las balas les pegan a esta altura de la vida. Ayer Cappa decía ante las cámaras de tevé, como quien no quiere la cosa y con una tajada de ironía, que Banfield generalmente gana con centros al área como si eso no fuera parte lícita del fútbol. Con esas declaraciones le faltó el respeto a Falcioni y a sus dirigidos, quienes tiene la gloria en sus bolsillos de haber salido campeones, algo que Cappa no puede y calculamos no podrá festejar por varios años. No entendemos a Cappa. Continuará.