sábado, 9 de octubre de 2010

La vida al límite de Carlín Calvo



Foto Telam
Sin dudas Carlín Calvo es uno de los actores más queridos de nuestro país protagonista de sucesos televisivos como El Rafa o Amigos son los amigos que lo catapultaron a la fama. El reconocimiento popular permanente, los constantes romances con bellas mujeres y el ritmo alocado de su profesión en el pináculo de la gloria le pasarían factura en su salud.
Ya a principios de los 90 en pleno éxito de “Amigos son los amigos” su físico se conmovió con un diagnóstico severo: “distress con hipertensión cardíaca y descomposición metabólica grave”. Pero Carlín, un animal del espectáculo se recuperó y continúo su labor en TV y teatro.
Sin embargo, en la cúspide de su carrera sufrió las consecuencias de falsas informaciones como aquel cable de la agencia ANSA que decía que estaba al borde la muerte, enfermo de SIDA.
En 1998, agobiado por sus propios fantasmas, que iban desde hipertensión a ataques de pánico, abandonó el exitoso ciclo RRDT: “Fue un error, estaba muy loco, veía complots y trampas por todos lados. Pensaba que todo el mundo me quería perjudicar. Vivía a mil, aceleradísimo".
Mujeres bellas nunca faltaron a su alrededor, desde Lara Zimmerman, Cecilia De Bocourt, Adriana Salgueiro y Julieta Ortega hasta Pata Echegoyen, amoríos que ocuparon páginas enteras en la prensa del corazón.
Pero el romance con Carina Galucci le cambiaría la vida. El 23 de enero de 1999 sufrió un accidente automovilístico en la Autopista del Buen Ayre y debió ser internado en terapia intensiva. Carina iba en el vehículo, embarazada de siete meses, pero milagrosamente sólo padeció heridas leves. El 14 de marzo fue tal vez el peor día de su vida: Un ataque de hemiplejía lo afectó y le inmovilizó la parte izquierda de su cuerpo.
Para Carlín, Galucci fue el angelito que le salvó la vida y más tarde en varias entrevistas reveló que víctima de la depresión llegó a pensar en el suicidio. La llegada de su hijo Facundo meses más tarde sería un bálsamo en su ajetreada vida. El actor luego de un periodo de rehabilitación en Cuba comenzó a reponerse de las secuelas de la hemiplejía. En los últimos años, la relación con su mujer pasó por etapas de crisis; la última y más complicada, cuando se rumoreó que el actor mantenía un oculto romance con la actriz Cecilia Milone.
Desde 2004, Carlín siguió arriba de los escenarios en la obra Taxi con gran suceso en todo el país. En los ensayos antes del debut en Mar del Plata, sus compañeros de elenco notaron que se estaba sobre-exigiendo. Su colega Diego Pérez relató que antes de salir a escena: “Quedó con la mirada perdida”, y recordó que con otros actores le realizaban preguntas para medir las reacciones de Calvo hasta que “sentimos que ya no estaba contestando”. Si bien “fue todo gradual”, el incidente se produjo, “en un lapso de diez minutos”.
La de Carlín es una vida al límite: La de un actor que tiene el espectáculo marcado en la piel para siempre. Tal vez, pueda hacerse eco de aquel Ricardo Rojas DT que compuso magistralmente y sea el tiempo de parar la pelota. Desde aquí le deseamos una pronta recuperación a uno de los íconos máximos del espectáculo argentino.