En la primera nota que le da a un medio desde la muerte de su hija, Romina Yan, el 28 de septiembre de este año, Cris Morena habló con la Revista Viva de su presente actual, de cómo atraviesa esta dolorosa situación, y de su futuro laboral. Aquí un fragmento de la entrevista:
¿Cómo se sigue después de un hecho así?
-Tratando de mutar el dolor en amor... De trascender la ausencia, con conciencia plena.
¿Qué te da fuerza, Cris?
-Sentir a mi hija envuelta en luz, libre, feliz. Asumir la misión que guía mi corazón, saber que hoy todos son mis hijos.
Sos una persona muy creyente. ¿En este tiempo pudiste darle algún significado a su inesperada partida?
-Así se van los seres de luz, a unirse con la divinidad en el Universo. La ausencia de Romina es momentánea porque su presencia es eterna. He "despertado", mi hija me liberó de la ilusión de la muerte. Como ella es luz, es la estrella que hoy me guía.
¿Te comunicás con ella de algún modo? ¿Cómo la pensás, cómo la recordás?
-Todo el tiempo. Romina es presencia pura, en todo momento. No la recuerdo, la siento, la vivo, le sonrío, la saludo cuando me despierto, le hablo, le pregunto, la escucho en todo lo que digo, veo, siento y percibo.
Después de pasar por trances de este tipo muchos se aferran a alguna religión o creencia. ¿Cómo es en tu caso? ¿Rezás? ¿Vas a la iglesia?
-Se me cayeron todas las vendas y velos que me quedaban, me quedé desnuda frente a mi destino y potencié todo lo que venía eligiendo desde que nací. Sólo amor en acción, servicio, alegría por toda la belleza que tiene el Universo y compasión por tanta falta de luz que hay todavía.