El mundo del espectáculo argentino se vio conmovido en estos días por un conflicto impensado en un pareja televisiva con más de 15 años de relación. Todos los medios radiales, gráficos y televisivos se hicieron eco de lo que podría titularse como el divorcio del año entre Jorge Rial y Luis Ventura. Los extremos no son buenos y la relación entre conductor y panelista se tensó hasta romperse. Se podría decir que Ventura se "inmoló" en una defensa a ultranza de su contratador Ricardo Fort, mientras Rial llevaba al extremo su profundo rechazo contra el empresario chocolatero en la misma pantalla. El conductor de Intrusos aclaró que Ventura se tomaría unos días de descanso, pero no se sabe a ciencia cierta si el director de Paparazzi regresará a ocupar su sillón o si buscará nuevos horizontes. Es innegable que Ventura es un referente del periodismo chimentero y su ausencia marca un antes y un después en la historia del ciclo de espectáculos. Tal vez el tiempo cicatrice las heridas y esta dupla recomponga una relación que hoy está claramente desgastada.
