El robo que sufrió Mirtha Legrand en su departamento de la calle Libertador dejó sus secuelas. La conductora ya contó en los medios, el valor afectivo que tenían las joyas sustraídas por los malhechores. Sin embargo, lo que desvela a la diva es la desaparición de su attaché personal. En ese maletín, Legrand tenía fotografías familiares, una agenda, apuntes y recortes periodísticos que solía utilizar para sus almuerzos.