Una amarga previa de Navidad tuvo María Eugenia Larraín este jueves 24 de diciembre al tener que declarar en tribunales. La modelo se presentó en el primer juzgado de garantía de Santiago para la primera audiencia en la querella por injurias que interpuso contra Rocío Marengo, quien también debía ir, pero no lo hizo. Vestida de blanco y acompañada de su abogado, Rodrigo Molina, la modelo reflejaba una seriedad que pocas veces se le ha visto. El conflicto comenzó el 24 de noviembre, cuando Marengo declaró ante la prensa chilena en su arribo al aeropuerto de Santiago, a propósito de una supuesta relación de Larraín con Felipe Camiroaga: “Quenita tiene más novios por mes que todo Chile y después se hace la virgen (…) Si se está acostando con un cantante y después no lo reconoce, me parece que eso no es de una chica bien. Después las atorrantes, las… las… las maracas son otras. O sea, yo aclaré que estuve con un chico y después con otro y ¿yo soy la maraca y ella es la puritana?”. Luego de eso, vino la querella. El abogado de Kenita pidió orden de arresto contra la argentina pero el juez Fernando Guzmán lo desestimó luego de escuchar a la contraparte y pedir una fianza de $250.000. Ambas quedaron citadas nuevamente para el 5 de enero.