sábado, 30 de octubre de 2010

El conde belga que sedujo a Viviana Canosa


Bruno Laurent Philippe Barbier (44) no le gustan las excentricidades. Nunca posó con autos de lujo ni se jactó de sus viajes por el mundo o de su fortuna. El empresario belga hace un culto del perfil bajo: sobrio y elegante, se define como un romántico del viejo estilo. Cuando una mujer lo impacta, la invita a cenar a la luz de las velas.
Barbier, un hombre calvo, alto y delgado que suele asistir a galas benéficas y reuniones sociales vestido de smoking, es miembro de una de las familias más ricas de Bélgica, dueña de una fortuna que se calcula en los 373 millones de euros. Pero sus millones, sus vínculos con la nobleza (tiene el título de conde) y sus empresas no lo hicieron famoso. En la Argentina se hizo conocido por dos mujeres hermosas. Por su ex, Juliana Awada (35), la futura esposa de Macri de quien se separó este verano, y por su nueva novia: la conductora y periodista Viviana Canosa (40).
El romance del millonario con Canosa se inició el 18 de agosto –cuando fueron presentados en un restaurante por el relacionista público Gerard Confalonieri–, pero se hizo público dos meses después.
El empresario radicado en la Argentina (vive en Barrio Parque) se había separado de la empresaria textil en el verano del 2010, tras diez años de convivencia. Fruto de ese amor nació Valentina, que hoy tiene siete años y a veces acompaña a su padre cuando viaja en su avión privado hacia Europa. Este año se fueron de vacaciones a Suiza. Hasta que conoció a su nuevo amor, Barbier se mostraba cabizbajo y dolido. (Revista Noticias)